"No lo sé, pero sé dónde encontrarlo"

Como dice Miguel Angel en el curso #eduPLEmooc, en internet me siento como un niño en el Toys, "lo quiero todo, lo quiero todo".
   Lo malo de la infoxicación, término utilizado por primera vez en 1996 por Alfons Cornellá, no es que haya un exceso de información en internet, sino el tiempo que te quita llegar a los contenidos que te resultan útiles. Por eso son necesarias herramientas que filtren esa información.

   En mi "otra vida" de periodista utilicé
Google Reader para no abrir-cerrar las páginas web de los 8 o 10 periódicos que ojeaba todas las mañanas. Ahora he descubierto que Feedly ofrece lo mismo y estoy organizando las fuentes de información por grupos: "TICS", "blogs de Lengua", "Educación", "Curiosidades", "Actualidad"...

   Aún no le he cogido el truco a Diigo, pero lo veo como un almacén de enlaces comentados.
Para guardar enlaces y organizarlos por etiquetas, soy el fan número uno de Evernote. Voy a Twitter, alguien enlaza un recurso interesante... ¡¡a Evernote!! Una página, un pdf, una viñeta, una foto... algo que me pueda servir... ¡¡a Evernote!! Y de vez en cuando, me doy una vuelta por mi Evernote, como quien sube al desván con tiempo, y hago acopio de inspiración para dar mis clases de Lengua (recursos, actividades, proyectos...)

   Por eso, cuando algún alumno me pregunta "Sergio, ¿qué es..., por qué...?", y me suena que lo sé, pero no me veo capaz de responderle con exactitud, le digo, "no lo sé, pero sé dónde encontrarlo". Me parece una respuesta más humilde a la genial contestación que daba el padre de Juanjo Azcárate (fundador de los cursos CCC) cuando algún alumno le preguntaba por algo que realmente no sabía: "Buena pregunta. Tan buena que exige una extensa explicación que hoy no tengo tiempo de darle. Mañana, mañana", respondía. Un genio.

   ¿Cómo enseño a mis alumnos a desinfoxicarse?

   1) En primer lugar, con respuestas como la anterior. Con el ejemplo. Abriendo mi Evernote en la pizarra digital y mostrándoles cómo guardar de manera organizada muchas fuentes de información en Evernote.
   2) Con Google Drive: Nunca reparto fotocopias en clase. Para ahorrar papel y porque todos los esquemas, documentos... los comparto con ellos por Drive. Así les obligo a organizar toda esa información por carpetas ("Ortografía", "Sintaxis", "Textos"...)
   3) He creado una clase virtual en la red social Edmodo y a través de ella también comparto material que tienen que guardar en su "Biblioteca". (Una gestión parecida a Drive)
   4) Y, por último, uno de los proyectos que he puesto en marcha de los que más orgulloso me siento, es @ElQuijoTweet . El curso pasado, 25 alumnos de 13 años leyeron y resumieron a un tuit cada uno de los 126 capítulos de El Quijote. Como cada alumno resumía a su ritmo, la lectura de El QuijoTweet en Twitter resultó caótica, así que abrimos una cuenta en Storify para ordenarlos. Este fue el resultado, por el que nos dieron el "Sello a la Buena Práctica Educativa Iberoamericana". Por cierto, El QuijoTweet acabó conviertiéndose también en un libro físico, de papel.

El Quijo-Tweet, una nueva forma para que los alumnos se aficionen a la lectura

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